Hoy en dìa se habla de los productos orgànicos, ecològicos, de las producciònes limpias y de la agroecologìa, se creerìa que al igual que los otros conceptos es una tendencia o una pràctica nueva, pero no es asì, la agroecología es una pràctica ancestral multipropòsito y multifuncional, con ella se busca preservar y fomentar una cultura agrícola responsable; dentro de sus multifuncionalidades tiene promover los agrosistemas sustentables como la conservaciòn de la biodiversidad, metapoblaciones, control biològico, rotaciòn de cultivos, regeneraciòn del suelo, procesos de abono y fertilizaciòn para la mejora integral del suelo y no solo enfocados en aportar nutrientes a un cultivo en especìfico, la soberanía alimentaria, la defensa y conservaciòn de las semillas, todos ellos con el fin de lograr interacciones biológicas y sinergias benéficas del agroecosistema, a fin de regenerar la fertilidad del suelo, mantener la productividad y generar un conocimiento popular.
Pero su praxis va más allá de la tierra, la agroecología fomenta aspectos sociales tales como la acciòn participativa, los diálogos de saberes, las pràcticas ancestrales, educaciòn popular, sistemas alimentarios, huertos comunitarios, economìa solidaria, mercados locales, cultivos familiares, es una práctica funcional e integral que nuestros antiguos campesinos llevaban a cabo para garantizar no solo los alimentos, la conservación de los suelos, sino para fomentar su cultura, saberes y prácticas.
Prácticas para la recuperación y fertilidad del suelo
Una de las prácticas que se utilizan en la agroecología para mejorar los nutrientes del suelo es el uso del “rastrojo” o material vegetal seco, conocido como mulch, éste se utiliza para proteger el suelo y mantener su humedad, ya que reduce la evaporación del agua, aumenta la retención de humedad, impide la erosión, al descomponerse y activa microorganismos benéficos para la fertilidad del suelo, es útil el acopio de la poda que se hace, la recolección de hojas muertas, los maderos descompuestos, bien dejándose como una capa o cubierta de suelo o bien apilando y ayudando a su descomposición mezclando con residuos orgánicos del hogar.
Otra de las prácticas que se tiene para la recuperación del suelo es la siembra de plantas herbáceas, su objetivo mejorar las características fisicoquímicas y biológicas del suelo favoreciendo su fertilidad, con ello también se disminuye la erosión y se incrementa el nitrógeno en el suelo, sus beneficios se dan ya que permite regular la temperatura y humedad del suelo y ayuda a fijar nitrógeno, es una práctica que permite la regeneración del suelo de manera sencilla y aportando a la economía familiar con la diversificación de cultivos.
Una práctica adicional es la siembra temporal o permanente, por asociación, estas pueden ser plantas que forman una colcha en el suelo y reprimen la hierbas arvenses no deseables (malezas), siendo por lo general las leguminosas las más apropiadas, aportan en la medida que incrementan la producción de manera sostenible, reduce la mano de obra al no tener que invertir tiempo y recurso humano en laboras como deshierbe, permite una mejor filtración y retención del agua, entre otros.
Policultivos
Esta práctica se apalanca en procesos de asociación, rotación y relevo de cultivos su objetivo es buscar sinergia entre ellos dando paso a mejorar la productividad al ayudar a mantener plagas, enfermedades, malezas controladas; la rotación junto con la asociación permiten la restitución de fertilidad del suelo, promueven la agrodiversidad y equilibrio en el ecosistema agrícola, ya que logran el aprovechamiento de espacio, humedad,y horas de sol,
Pero se va más allá de rotar y asociar, el objetivo es lograr tener un su parcela policultivos que le permitan al campesino tener una producción continua, que se logre un aprovechamiento de la tierra y la diversificación que es uno de los elementos que permiten la oxigenación del suelo y por ende la consecución de tierras más fértiles y productivas.
La generación de asociaciones, rotación y en general la puesta en práctica de los principios de la agroecología tienen por objeto la producción sostenible de alimentos conservando y preservando el medio ambiente. La incorporación de estos principios en la agricultura, permite la conservación de los recursos naturales, la biodiversidad y la salud de los suelos, lo que resulta en cultivos más saludables y nutritivos. Estas prácticas generan la producción sustentable y diversificada que beneficia tanto a los agricultores como al medio ambiente y las comunidades locales.
Comentarios